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Así lo aseguró el fiscal general, Federico Carniel, que encabezó la acusación contra los exfuncionarios chaqueños Horacio Rey y Roberto Lugo, luego de que la Cámara Federal de Casación anulara sus absoluciones y ordenara que se dicte una nueva sentencia en la causa conocida como Lavado I.

Lunes, 4 de diciembre de 2023
Los fiscales generales Carlos Gonella, Federico Carniel e Indiana Garzón (Foto: Fiscales)

“Tengo mucha expectativa de que vamos a lograr las condenas que habíamos propiciado desde un principio”, afirmó el fiscal Carniel, a partir del contundente fallo de la Cámara Federal de Casación Penal que anuló las absoluciones de los exfuncionarios provinciales Horacio Rey y Roberto Lugo, en el resonante juicio por la causa “Lavado I”. El tribunal ordenó que una nueva composición del Tribunal Oral Federal (TOF) de Resistencia analice las pruebas y dicte un nuevo veredicto respecto de los exfuncionarios y del resto de los imputados que también fueron favorecidos con absoluciones.

Federico Carniel en el programa “Justicia en Sintonía”

En declaraciones al programa “Justicia en Sintonía” que se emite por Radio Nacional Resistencia, el fiscal federal consideró que “la casación no dejó mucho lugar a dudas sobre cuál debería ser la interpretación de los nuevos jueces”. En ese sentido, ponderó que uno de los jueces de Casación, Gustavo Hornos, consideró que había elementos como para que la propia Casación establezca una sentencia condenatoria sin necesidad de reenviar la causa otra vez al TOF de Resistencia, tal como finalmente resolvió por mayoría.

“El hecho anterior al lavado que nosotros juzgamos estaba relacionado a actos de corrupción que se produjeron en el ámbito de la provincia del Chaco. La investigación de la corrupción se desarrolló en la justicia de la provincia del Chaco, entonces por un lado se investigó la corrupción, los contratos que se daban, las licitaciones que se hacían ganar a los parientes, la contratación directa, la contratación cerrada, la creación de fondos fiduciarios de poder sacarlos del erario público provincial, todo eso está dentro de la competencia provincial”.

“Nos dedicamos a probar los hechos de lavado”

Carniel explicó que junto a sus pares, Carlos Gonella e Indiana Garzón, se abocaron a probar ante el TOF los hechos de lavado de activos que se imputaban porque los hechos ilícitos de corrupción que generaron esas ganancias presuntamente ilegales ya habían sido juzgados en los tribunales provinciales en los cuales los principales acusados habían sido condenados.

“La posición de la fiscalía fue, de entrada, decir: ‘nosotros no le vamos a explicar los hechos precedentes porque acá están las sentencias de la provincia donde ya otros jueces analizaron y dijeron que estas personas debieron ser condenadas, por lo cual nos exime a nosotros la necesidad de tener que acreditar, o sea, hacer todos los juicios de la provincia de nuevo en la justicia federal. Nos dedicamos solamente a analizar, interpretar, probar los hechos de lavado”, precisó.

“Se pidieron condenas altas, donde determinamos que en base a esos hechos probados en la provincia le detectamos cada uno de los actos de lavado de cada uno de los imputados. Se hizo un trabajo muy serio, muy responsable, con filminas, con powerpoint, explicamos qué hizo cada uno, cómo lavó cada uno, cuál fue el beneficio de cada uno, qué actividad hizo cada uno de los 25 imputados”, describió.

En ese contexto, recordó que “el Tribunal (Oral Federal) decide absolver a los imputados, basándose exclusivamente en la posición de la defensa, no analiza ninguno de los elementos que la Fiscalía le había proporcionado en el juicio, y decide arbitrariamente que los hechos de lavado no estaban probados y que no hubo delito de lavado”.

“Hicieron una interpretación errónea”

Con el respaldo del fallo de Casación que hizo lugar a los planteos del Ministerio Público Fiscal, Carniel aseguró que el tribunal de juicio hizo una “interpretación errónea” de las características del delito de lavado de activos. “Es un delito dinámico que cada vez que se mueven los activos se va produciendo el delito y ellos habían fijado un criterio que una vez que el funcionario público dejaba de serlo, todo lo que hacía con ese dinero que había generado ilícitamente ya no era lavado porque no eran funcionarios públicos”, advirtió.

“Casación le llama la atención al tribunal que no cotejó los argumentos de la defensa con los de la fiscalía. Si crees que una parte tiene razón, como juez tenés la obligación de contrastarlo con lo que dice la otra parte. Si los argumentos que crees que son tienen más fuerza, te tenés que inclinar por esto. Si hubiesen contrastado los argumentos se hubiesen dado cuenta que el resultado no hubiera sido ese porque los argumentos de la fiscalía tenían el peso y la solidez como para contrarrestar los argumentos de la defensa”, sostuvo el fiscal general ante la Cámara Federal de Apelaciones de Resistencia y subrogante ante el TOF.

“Evidentemente, los jueces lo que hicieron fue me quedo con la defensa y eso es lo que dice la Casación vos nunca confrontaste con la fiscalía los argumentos por eso obtuviste esos resultados y por eso esa actividad es arbitraria”, recalcó.

Después le reclama la temporalidad del delito de lavado de activos. Lo vio como un delito estático cuando es dinámico, después analizó la posición de la fiscalía en cuanto a la interpretación de los hechos y cómo lo habíamos probado.

¿Nuevo juicio?

Con respecto a qué sucederá ahora, Carniel explicó que no se prevé realizar un nuevo juicio sino que en base a todo el proceso llevado adelante y a las observaciones realizadas por el fallo de Casación, se deberá constituir un Tribunal Oral Federal con nuevos jueces y dictar un nuevo fallo. “Lo que tiene que hacer el nuevo tribunal es sentarse, analizar la prueba, puede ser que tengamos que volver a hacer un mini alegato, donde cada una de las partes explique su posición sin incorporar nuevas pruebas”, avizoró.

“Tengo mucha expectativa de que vamos a lograr las condenas que habíamos propiciado desde un principio”, sostuvo el fiscal federal, y consideró que “la casación no dejó mucho lugar a dudas sobre cuál debería ser la interpretación de los nuevos jueces” en el sentido de una sentencia condenatoria.

 

 


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