Durante los últimos años, se ha producido una tendencia creciente a que muchos de los conflictos sociales irresueltos de la Argentina busquen algún tipo de respuesta en el terreno judicial. Es un hecho que muchas de las discusiones políticas y sociales contemporáneas que debieran canalizarse a través de los poderes Ejecutivo y Legislativo, elegidos por el voto popular, se trasladan a los tribunales. Esto sin mencionar otras de las características de la época: la judicialización de la política y la inquietante cooptación del Poder Judicial por parte de intereses de los grupos económicos concentrados.
En ese contexto, hoy por hoy los poderes judiciales se encuentran desacreditados ante la ciudadanía. En la mayoría de los casos, adoptan posturas corporativas reticentes a reformas que permitan mejorar su funcionamiento, garantizar derechos y acceso a la justicia a los sectores más vulnerables y rendir cuentas de sus actos ante la ciudadanía como otro de los poderes que conforman el Estado. Se trata del poder de la República que todo el tiempo está decidiendo sobre la libertad y sobre los bienes de los ciudadanos argentinos y cuyos actos, por lo tanto, requieren también de un fuerte escrutinio público.
LITIGIO es un proyecto periodístico que nace con el objetivo de convertirse en un aporte para dar a conocer información vinculada al ámbito judicial de la provincia del Chaco, en forma documentada y con una perspectiva integral de derechos humanos, que consideramos pendiente en los medios de comunicación provinciales. Pero también apostamos al ambicioso propósito de construir audiencias que se asuman como parte de una ciudadanía crítica y participativa, que se involucre en el debate por un nuevo sentido de Justicia. Porque el hablar sobre la Justicia, así, con mayúsculas, no es ni debe ser apropiado y monopolizado por los especialistas o profesionales del Derecho, porque tiene una dimensión política que trasciende lo jurídico, lo normativo, e involucra también lo que es legítimo para toda una comunidad en un momento determinado de su historia.
Brian Pellegrini y Bruno Martínez, socios fundadores