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A cargo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), comenzaron este martes 19 de septiembre las excavaciones en una zona comprendida por doce hectáreas donde se señalaron nueve posibles puntos de búsqueda de fosas comunes de las víctimas asesinadas el  19 de julio de 1924. Las tareas se extenderán durante una semana y son parte de lo ordenado por la sentencia en el histórico “Juicio por la Verdad”. 

Miércoles, 20 de septiembre de 2023
Excavaciones del EAAF en Colonia Aborigen Foto: Jorge Tello

En la zona del Memorial que recuerda a las víctimas de la Masacre de Napalpí, en Colonia Aborigen, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) comenzó este martes con las tareas de excavación en búsqueda de fosas comunes. Es en cumplimiento de lo ordenado en la sentencia del histórico “Juicio por la Verdad” que reconoció al hecho como un delito de lesa humanidad y que es llevado adelante por gestiones de la Unidad Ejecutora, integrada por funcionarios del gobierno nacional, provincial y de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía Federal de Resistencia.

Los trabajos de excavación se realizarán durante una semana, con la técnica de trincheras efectuadas por máquinas retroexcavadoras de Vialidad Provincial y de Vialidad Nacional, dirigidas por antropólogos del EAAF y se abarcarán indicios prospectados por el trabajo de la sonda electromagnética, comprendiendo un total de 12 hectáreas y 9 puntos que surgieron del análisis de imágenes.

En el mes de agosto se realizó una exploración con la sonda en zonas definidas a partir de la utilización de fotos aéreas o satelitales del lugar, indagándose específicamente cobertura vegetal, topografía general, ríos seco o cañadas, áreas despejadas y en alto y pozos de agua antiguos, buscando lugares para las cuales se aprovechó la geografía existente, bajos arenosos adonde arrojar y cubrir cuerpos.

El importante trabajo tecnológico cuenta con aportes de la Dirección de Información Territorial de la Subsecretaria de Desarrollo Local del Gobierno del Chaco y el Laboratorio de Tecnologías de la Información Geográfica (LabTIG) dependiente del Departamento de Geografía de la Facultad de Humanidades – UNNE y del Instituto de Investigaciones Geohistóricas (IIGHI-CONICET).

Excavaciones del EAAF en Colonia Aborigen Foto: Jorge Tello

“En los trabajos ya iniciados se produjeron hallazgos de restos óseos y, por información histórica y testimonial con la que se cuenta se sabe que existen fosas comunes. Ahí es donde nos vamos a abocar, el objetivo es retomar la búsqueda de los restos que dejó no solo la Masacre de Napalpí sino todos los procesos represivos realizados en la zona a manos del Estado nacional”, explicó en su visita al Chaco la directora del EAAF y coordinadora de los trabajos, la antropóloga Silvana Turner.

“Es una medida que apunta a la reparación de la víctima, que es el sujeto central de todos estos procesos; el juicio por la verdad en relación a la Masacre es un ejemplo de política y un modelo para otros casos que están apuntando a acceder a esta posibilidad”, ponderó.

Los restos encontrados en la primera etapa 

Sobre restos encontrados en septiembre de 2019 por el EAAF, se estableció que se trataba de una persona de sexo masculino tanto por los rasgos morfológicos y por medidas antropométricas de huesos largos (tibia), de un rango etario de entre 25 y 45 años de edad, según los centros secundarios de osificación y de una estatura aproximada de 168 a 175 cm., estimada por medición de huesos largos.

Como herida traumática perimortem ósea ocurridas alrededor del momento de la muerte de la persona, se ubicó una lesión indeterminada con forma irregular de 16.4 mm de largo por 10.7 mm de ancho, con pérdida de sustancia ósea en uno de sus pies.

Por los indicios surgidos del trabajo del EAAF, como la edad y la lesión traumática, como así también la ubicación del hallazgo unos 100 metros al lugar donde ocurriera la masacre, la poca profundidad de la sepultura (50 centímetros), la importante antigüedad de la misma y los distintos relatos históricos coincidentes, se llegó a la conclusión de que se trataría de una de las víctimas de la Masacre de Napalpí, que quedaron esparcidos en cercanías al lugar de la masacre, al ser asesinados tratando de escapar y que fueron enterrados de forma individual y a muy poca profundidad”.

 


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