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En una extensa jornada, tribunal y partes escucharon los testimonios de siete sobrevivientes de Brigada de Investigaciones y Alcaidía que confirman haber visto a los ex conscriptos Uferer y Luque muy golpeados. La causa pasó a cuarto intermedio hasta el viernes desde las 8.30 con una lista de seis testimoniales programadas.

Jueves, 21 de abril de 2022

El represor, Ernesto Simoni, en el Tribunal Oral Federal de Resistencia. Foto: CPM Chaco

La causa denominada Conscriptos, en la que se investigan crímenes de lesa humanidad cometidos contra Ricardo Uferer y Eduardo Luque, dos militantes políticos que realizaban la conscripción en el Regimiento La Liguria de Resistencia a mediados de 1976 tuvo este jueves su segundo día de audiencia en la sede del Tribunal Oral Federal de Resistencia.

Tribunal y partes escucharon los testimonios de siete sobrevivientes de Brigada de Investigaciones y Alcaidía que confirman haber visto a ambos ex conscriptos en condiciones deplorables producto de torturas en el centro clandestino de detención que funcionara en la ex Brigada de Investigaciones, actual Casa por la Memoria. Además, los declarantes tuvieron como denominador común el relato de los padecimientos sufridos a manos de la guardia de Alcaidía que lideraba el oficial Ayala, de la cual el imputado Vitorello formó parte.

La causa pasó a cuarto intermedio hasta el viernes 22 a las 8.30 h con tres testigos citados por la defensa quienes declararán en modo presencia, y otros tres más propuestos por la parte acusadora; a las 10.30 Roberto Cejas, presencial, Saturnino Ferreyra se comunicará a las 11 desde el juzgado Federal de Formosa, y Mario Mendoza lo hará a las 11 30 desde Buenos Aires. Cumplida la instancia de este viernes, los debates retomarán actividad el 6 de mayo, de cara a la realización de alegatos entre el 20 y 27 del mismo mes.

El único imputado presente en la sala fue el ex militar Ernesto Simoni, ya condenado en la causa Masacre de Margarita Belén en 2011. Siguió el debate ubicado al fondo de la sala, con el semblante serio que lo caracteriza, pero sin demostrar opinión ni emoción alguna respecto de los hechos comentados.

Los restantes imputados se repartieron siguieron el debate desde sus respectivas jurisdicciones de detención, Rodríguez Valiente, Marín, y Mora en Unidad 7, Manader en su domicilio particular, Segón, Patetta, y Reyes, en Buenos Aires.

El tribunal que lleva el juicio oral es integrado por la presidenta jueza Noemí Berros, presente en la sala del TOF, con la jueza Liliana Graciela Carnero y el juez Roberto López Aranjo conectados por sistema de videoconferencia desde sus jurisdicciones originales de Paraná, Entre Ríos.

El fiscal federal Diego Vigay representa al Ministerio Público. La Secretaría de DDHH y Géneros se constituyó querellante, y es representada por el abogado Duilio Ramírez, del mismo modo la Secretaría de DDHH de Nación, con el patrocinio de patrocinio del doctor Manuel Brest Ejuanes. La defensa se reparte entre la oficial, con Juan Manuel Costilla a la cabeza y las particulares de Ricardo Osuna y Rocío Ramírez.

“COLIMBAS EN LA BRIGADA”

La audiencia comenzó las 9 h con la declaración por videoconferencia desde Formosa del ex detenido político Víctor Fermín Giménez, luego continúo con el testimonio de Francisco Aníbal Perie, desde Posadas; María Teresa Presa también desde la capital misionera, Ricardo Fortunato Ilde y luego Juan Manuel Gonzáles, presentes en la sala del TOF, Santiago Almada, por videoconferencia desde Republica Dominicana, Escolástica Rivero desde Formosa y por último Armando Atilio Benítez, presencial. Todos estuvieron detenidos en la Brigada de Investigaciones, y pudieron constatar la presencia de Uferer y Luque. “Supe que estaban haciendo la colimba, y que sus detenciones no fueron por una infracción o falta en el Regimiento sino por sus antecedentes como militantes de barrio de la Juventud Peronista” contó Fermín Gimenez.

“Cuando los trajeron a la Brigada nos dijeron que mirásemos a la pared, porque venía el Cnel Larrateguy con Patetta, con dos “subversivos infiltrados” en el Ejército. Recuerdo el silencio, las órdenes, toda la pompa. Más tarde los trajeron, muy torturados, ya habían sido golpeados en Regimiento y luego de nuevo en la sala negra. Se escuchaba el aliento de los compañeros en la celda de enfrente” relató María Teresa Presa.

Francisco Perié fue detenido en abril de 1976, en Resistencia a los 22 años por su militancia en la Juventud Peronista. “Compartí la Leonera con Uferer y Luque, muy golpeados los trajeron. Fueron detenidos haciendo el servicio militar, por las mismas razones que yo, los acusaban de infiltrados porque eran militantes peronistas” indicó. Precisó que los policías Silva Longhi, Marín, Rodríguez Valiente, Manader, y los militares Patetta y Larrateguy estuvieron en la Brigada cuando trajeron a Luque y Uferer.

Ricardo Fortunato Ilde era miembro de Montoneros. Fue detenido el 15 de junio de 1976, a una cuadra de su casa y llevado a la Brigada de Investigaciones, donde permaneció en calabozos del piso superior. Allí se cruzó con Luque y Uferer, y juntos fue trasladados a la Alcaidía. “Me contaron que habían sufrido apremios se notaba que habían sido muy golpeados, los habían picaneado” dijo.

Juan Manuel Gonzáles fue detenido el 11 de septiembre de 1975 en su domicilio a raíz de su militancia en la UES. Estuvo un mes en la Brigada de Investigaciones por Juan B Justo, y luego en la Alcaidía de Resistencia desde 1975 hasta el 1979, 80.“El trato era sistemático; ingreso y tortura y luego tortura para búsqueda de información” sostuvo. Reconoció a Horacio Yedro, uno de sus torturadores, que vivía cerca de su casa.

“En la Alcaidía el trato fue normal hasta el 76, cuando separan la población carcelaria de presos comunes y presos por razones políticas y se endurecen las condiciones.Todos sabíamos que las noches de la guardia de Ayala no se dormía, y que había que estar preparado para lo peor”. Afirmó que el imputado Vitorello integró la guardia de Ayala.

Santiago Almada, Escolástica Rivero desde Formosa y Armando Atilio Benítez quienes declararon ya en horas de la siesta, también confirmaron la crueldad como norma y la destrucción física y mental como objetivo.

 

Fuente: Comisión Provincial por la Memoria – Chaco

 


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