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Con las declaraciones de cinco sobrevivientes finalizó la etapa de testimoniales en el juicio oral que juzga al ex fiscal Roberto Mazzoni por su participación en torturas al detenido político Hugo Barúa, en 1975. La causa pasó a cuarto intermedio hasta el lunes 11 de marzo, cuando se espera que las partes presenten sus respectivos alegatos.

Miércoles, 28 de febrero de 2024

 

En su segundo día de audiencia en la causa que investiga la complicidad judicial con el genocidio por parte del ex fiscal Roberto Mazzoni se completó la etapa de testimoniales con la declaración de cinco testigos, todos ex detenidos políticos que aportaron diversos datos de interés sobre el hecho que sirve de eje a la imputación: la detención y golpiza sufrida por Hugo Barúa en la madrugada del 9 de septiembre de 1975 en el marco de la represión ilegal a militantes.

Los testimonios confirman lo manifestado por Hugo Barúa a lo largo de los años en diversas instancias judiciales respecto los maltratos de los que fuera víctima, del mismo modo que la presencia del funcionario judicial Mazzoni al momento de los hechos.

La causa pasó a cuarto intermedio hasta el 11 cuando las partes realizarán sus respectivos alegatos. El martes 12 tendrán lugar las réplicas y eventuales últimas palabras del imputado y luego el camino quedará libre para que el tribunal, integrado por los jueces Osvaldo Facciano y Mario Gambacorta, del Tribunal Oral de Rosario, y Fabián Cardozo del Tribunal Oral de Posadas, fije la fecha del dictado de la sentencia.

A Roberto Mazzoni se le imputa un hecho de tormentos agravados psíquico y físico por la condición de detenido político de la víctima en perjuicio de Hugo Barúa en el contexto de la represión generalizada y sistemática de la década del setenta, y que se agudizó luego del 24 de marzo de 1976. Mazzoni fue excusado de presenciar la audiencia de la fecha por el tribunal, luego de una petición de la defensa oficial a raíz de complicaciones de salud del imputado.

En esta causa figura como querellante la Secretaría de DDHH de Nación y también la Subsecretaría de DDHH de la provincia. Su titular el subsecretario Hugo Maldonado estuvo presente en la sala.

Sobrevivientes

Todos los testigos que declararon en la mañana de este martes, como también Juan Manuel Gonzáles, el lunes, fueron víctimas de torturas y tratos degradantes durante sus respectivas detenciones, como declararon a lo largo de los juicios orales precedentes realizados desde 2010 a la fecha. En esta oportunidad cada uno de los testimonios hizo foco no en sus historias personales sino en lo que pudieron saber y les fue contado sobre lo que sufriera Hugo Barúa.

La audiencia de la fecha comenzó a las 9.30, con la declaración de Santiago Almada, quien declaró por sistema de video conferencia desde República Dominicana, donde vive y trabaja, como corrector de estilo y periodístico del periódico “El Caribe”.

Almada estuvo en el mismo pabellón de la Alcaidía alrededor de cuatro años junto a Hugo Barúa, este le contó que cuando fue detenido esa madrugada del 9 de septiembre del 75 fue golpeado y amenazado por integrantes de la “patota de Investigaciones”. Todo ocurrió con ante la presencia del entonces secretario de juzgado Mazzoni, cuando Barúa le recriminó por el maltrato, la respuesta de Mazzoni fue contundente: “Mirá pibe, no te hagás el pelotudo y cantá” le dijo.

El siguiente testigo de la jornada fue Mario Mendoza, también por video conferencia, desde la provincia de Buenos Aires. “Con Barúa hubo un ensañamiento, empezaron a golpearlo en la casa, dónde vivía con la madre que era una persona mayor, todo esto la afectó muchísimo”.

“Lo esposaron con las manos para atrás y le pegaban golpes de puño, mientras le decían dónde están las armas, dónde están los libros y revistas, esas cosas. Después empezó a tener problemas del aparato respiratorio, le agarró tuberculosis, y hasta que no empezó a escupir sangre no lo llevaron, lo hicieron porque los guardias se quejaron de que se iban contagiar ellos” señaló.

Eugenio Domínguez Silva declaró de modo presencial en la sede del TOF, fue condenado siendo menor de edad, por lo que luego esa condena tuvo que ser desestimada, no así el cumplimiento efectivo y real de cautiverio. Amigos del barrio, se encontró con Hugo compartiendo cautiverio en la Alcaidía, luego de haber pasado ambos por la Brigada de Investigaciones, dónde no se cruzaron. “Allí me cuenta Hugo que el secretario del juzgado Mazzoni, estuvo presente en la detención, que lo trataron mal, que lo verduguearon, como decimos cuando te pegan y demás”.

Además comentó: “Todos sufrimos la complicidad judicial en esa época, en mi caso en mi detención participó el secretario del fiscal Flores Leyes. La complicidad judicial era muy notoria, yo fui detenido y condenado con 17 años”.

Silva logró la absolución en segunda instancia, pero de modo abstracto: la justicia civil le concedió la libertad pero pasó a depender de una autoridad militar, y continuó preso. “El juez que me condenó siendo menor de edad dijo que se le había pasado que tenía 17 años porque mi expediente era muy ‘voluminoso'”, contó. En la Brigada de Policía las golpizas recibidas le provocaron la rotura del tabique nasal lo que le dejó secuelas.

Roberto Cejas y José Luis Valenzuela, los últimos testigos de la jornada también coincidieron en la presencia de Mazzoni y en su omisión de actuar para detener los golpes propinados a Barúa en la madrugada del 9 de septiembre.

Concluida la ronda de testimonios, se incorporaron una serie de pruebas de tipo documental y se leyeron fragmentos de las declaraciones de Hugo Barúa ante la Comisión de DDHH de la Cámara de Diputados del Chaco en 1985, y declaraciones ante el juzgado federal de Resistencia en 2002, 2012, y así como también durante los juicios orales causa Caballero/Brigada de 2010.

 

Fuente: Comisión Provincial por la Memoria


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