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El candidato a gobernador por Juntos por el Cambio, Leandro Zdero, anticipó que, de imponerse en las elecciones, gestionará la entrega de pistolas que descargan electricidad para que la policía provincial las tenga a su disposición. LITIGIO dialogó con especialistas, funcionarios y militantes de organizaciones de Derechos Humanos quienes criticaron severamente la propuesta.

Jueves, 14 de septiembre de 2023

“En nuestra gestión, avanzaremos para tener las pistolas Taser”, dijo el candidato a gobernador por Juntos por el Cambio, Leandro Zdero, durante el debate prelectoral obligatorio. La propuesta, que pasó casi desapercibida, quedó flotando en el aire y generó preocupación.

Las conocidas Taser fueron mencionadas por Zdero como parte de una batería de promesas de campaña para mejorar la Seguridad en el Chaco. Sin embargo, este tipo de armamento acumula fuertes cuestionamientos alrededor del mundo, sobre todo desde organizaciones de Derechos Humanos.

En esta nota, especialistas, funcionarios y militantes de organizaciones de DDHH consultados por LITIGIO diseccionan la propuesta del candidato de Juntos por el Cambio, a la cual coinciden en criticar severamente por considerarla reduccionista de un problema complejo, además de entregar una eventual herramienta de tortura a las fuerzas de seguridad.

Pero antes, cabe aclarar de qué se está hablando cuando se habla de una Taser. La pistola Taser es un dispositivo calificado como “no letal”, de electrochoque que, al entrar en contacto con un individuo, temporalmente lo incapacita mediante la emisión de dardos electrificados que bloquean los mecanismos musculares del cuerpo.

De acuerdo con la descripción proporcionada en el folleto de estas armas, al alcanzar a un agresor, provocan hasta 19 contracciones musculares por segundo, inmovilizándolo de inmediato, lo que facilita su detención “sin poner en peligro la integridad física de los involucrados”.

Fue diseñada por John H. Cover, piloto de aviones durante la Segunda Guerra Mundial, quien la nombró así en honor a Tom Swift, personaje de novelas estadounidenses de ciencia ficción y aventura. La palabra Taser está formada, justamente, por las iniciales de la frase Thomas A. Swift’s Electric Rifle (El rifle eléctrico de Thomas A. Swfit).

Darío Gómez, presidente del Comité para la Prevención de la Tortura del Chaco, señaló en primer término que esta propuesta de Zdero se condice con la línea política que baja Juntos por el Cambio en su estructura nacional, la cual tiene como enclave a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en donde efectivamente la policía de esa jurisdicción comenzó a realizar prácticas con este tipo de armamentos.

“El uso de estas pistolas ha recibido el rechazo categórico de todos los organismos de Derechos Humanos porque entendemos que son picanas portátiles”, aseguró Gómez, al tiempo que recordó que un informe realizado por Amnistía Internacional reveló que las Taser provocaron la muerte de más de mil personas en la última década, solamente en Estados Unidos.

“Considero que hay que buscar la forma para contener y reprimir en caso extremo, como establecen los protocolos, en cualquier tipo de situación en la vía pública sin necesidad del uso de este tipo de pistolas”, sostuvo.

Romina Duarte, abogada querellante por la Secretaría de Derechos Humanos del Chaco en casos de violencia institucional, evaluó esta iniciativa como parte de la “demagogia punitiva” de sectores volcados hacia la derecha que suelen resurgir ante cada campaña electoral.

Para la abogada, el debate sobre la cuestión de la inseguridad debería estar apoyado en estudios empíricos respecto al funcionamiento de la policía del Chaco, al contexto y a los delitos que se cometen con mayor frecuencia. “No creo que Zdero tenga estos estudios, y si los tiene, que los haga público”, pidió.

“La implementación de las Taser no es una discusión que se tenga que dar en este momento en nuestra provincia porque, de acuerdo a las características de la policía y de los hechos delictivos que se cometen, nada hace pensar que su uso sea inmediato y necesario”, expresó.

Preocupante

“Respecto al planteo de Zdero, considero que sin dudas es un hecho preocupante porque las pistolas Taser no dejan de ser elementos de tortura encubiertos”, sostuvo Santiago Osuna.

Militante de H.I.J.O.S y actual presidente de la Comisión Provincial por la Memoria del Chaco, Osuna consideró por otra parte que acotar la cuestión de la inseguridad al equipamiento policial es reducir el problema.

“Si queremos tener una Seguridad Democrática que realmente pueda dar respuesta a nuestro pueblo que demanda mayores niveles de seguridad, tienen que darse un proceso de profesionalización y democratización profunda de las fuerzas para que realmente cumplan con la tarea que le es encomendada, que es cuidar a la ciudadanía”, afirmó.

La Policía de la Ciudad de Buenos Aires entrenando con las pistolas Taser.

“Para eso necesitamos que sean profesionalizadas y que tengan un respeto irrestricto por los derechos humanos y las garantías constitucionales, cumpliendo su rol de forma correcta, con el equipamiento correcto y mediante las prácticas que son consideradas legales, sin ningún tipo de excesos o abuso de autoridad”, añadió.

Tomás Bover, antropólogo, docente e investigador de la Universidad Nacional de Quilmes, expresó por su parte que el debate por el uso o no de las Taser no debería darse en el marco de un debate a gobernador. “Creo que es el peor lugar para instalar esta discusión si lo que queremos es no jugar con el dolor y el padecimiento de la gente”, aseguró.

Sostuvo que, si bien hay que desideologizar la discusión sobre el uso de este tipo de armamentos, hay varios puntos a tener en cuenta. En primer lugar, las Taser no son para cualquier territorio, ya que se las piensa para ser usadas en lugares reducidos o de altísima circulación, como aviones y subtes, donde no se pueden realizar disparos. Es decir que para ciudades medianas o pequeñas, las Taser, son poco o directamente inútiles.

Además, tanto el equipo, como los cartuchos y el mantenimiento son muy costosos, están en dólares y los provee una única empresa. A todo esto se le suma el peso histórico que tiene para Argentina que las fuerzas de Seguridad usen armas que descargan electricidad, con la memoria aún muy fresca de las torturas aplicadas a detenidos durante la última dictadura.

“La inseguridad afecta principalmente a personas de sectores populares que son las que más sufren los robos en sus barrios, quienes más dificultades tienen para reponer aquello que pierden, quienes ponen la mayor cantidad de víctimas de homicidios”, afirmó Bover.

“Y no son quienes están teniendo voz en estos debates, sino que ciertos sectores medios sedientos de alguna vocación autoritaria o mano dura proponen esto con una profunda falta de imaginación política para resolver estos problemas”, añadió.

“Muchas veces quienes traen este tema”, sostuvo el antropólogo, “reducen a la aparición de un medio técnico un problema que en realidad depende de la intervención de muchos actores estatales y que, en general, el que menos presencia precisa es el de la Policía”.

 

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