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El cotejo de los restos biológicos lo realizó el Instituto de Medicina Forense del Poder Judicial del Chaco en base a muestras aportadas por la mamá de Cecilia, Gloria Romero, y su hermana, Ángela Strzyzowski. El colchón había sido donado por la suegra de Cecilia, Marcela Acuña, al día siguiente del presunto femicidio. También se encontró ADN de la joven en el piso de la casa de la familia Sena, donde habría sido asesinada aquel 2 de junio, y en la parrilla de la cama, que también fue donada.

Jueves, 13 de julio de 2023

Un colchón y una cama que fueron donados por la dirigente social, Marcela Acuña, el día siguiente al presunto femicidio de su nuera, Cecilia Strzyzowski, tenían manchas de sangre que pertenecían a la joven asesinada.

Esta novedad se conoció este jueves tras el informe elaborado por peritos del laboratorio de Biología Molecular del Instituto de Medicina de Ciencias Forenses perteneciente al Poder Judicial del Chaco.

El estudio se realizó tras cotejar el ADN de Gloria Romero, mamá de Cecilia, y de su hermana, Ángela Strzyzowski, con tres muestras: una recolectada del piso de una de las habitaciones de la casa de los Sena, en Santa María de Oro 1460, donde presuntamente ocurrió el crimen; otra de un trozo de tela extraído de un colchón que fue donado por Acuña; y una tercera de la parrilla de madera de la cama, que también fue donada junto al colchón.

“La probabilidad del vínculo de maternidad de Romero, Gloria Carina respecto de la mujer aportante del material genético femenino hallado (…) es superior al 99,9%”, indicó la perito, Inés Carranza.

La donación

Tanto la cama como el colchón que ahora se comprobaron tenían manchas de sangre de Cecilia fueron secuestrados el 22 de junio pasado por orden del Equipo Fiscal Especial (EFE), que conforman Nelia Velázquez, Jorge Gómez y Jorge Cáceres Olivera. Si bien ese mobiliario pertenecía a los Sena, fueron donados a una familia del barrio Emerenciano al día siguiente del presunto crimen, el sábado 3 de junio.

Quien brindó detalles de cómo se decidió esta donación fue Fabiana González, mano derecha de Acuña, también imputada por encubrimiento en esta causa. Durante su ampliación de declaración indagatoria, comentó que el 3 de junio, a las 8, concurrió a la casa de los Sena, en Santa María de Oro 1460, en compañía de su hermana, Diana. Ambas iban a trabajar, como todos los días: ella, en calidad de secretaria de Acuña; y su hermana, como ayudante de la limpieza.

Según su declaración, Acuña le dijo las siguientes palabras: “Yo voy para el barrio (en referencia al Barrio Emerenciano). Avisale a Aguirre, el chofer, para que traiga el camión. Le voy a donar una cama, un colchón y dos muebles que tenía ahí, color medio transparente que es para la chica embarazada que se llama Fernanda, y un sofá”.

“Eso sacamos de la pieza de ahí abajo donde había entrado Cesar (Sena, pareja de Cecilia). La señora me dijo que saque todo para donar a una chica embarazada del barrio Emerenciano, que se llama Fernanda”, acotó Fabiana.

El caso

La última imagen que se tiene de Cecilia Strzyzowski es del 2 de junio, a través de una cámara de seguridad. La filmación la muestra ingresando a la casa propiedad de Marcela Acuña y Emerenciano Sena, en Santa María de Oro 1460. Nunca más se la ve salir de esa vivienda.

Se sospecha que, en horas de la tarde, César Sena junto a Gustavo Obregón, su chofer particular y hombre de confianza de la familia, subieron el cuerpo a la caja de una camioneta propiedad de César y la trasladaron hasta un campo ubicado en el límite entre Tres Isletas y Puerto Tirol.

Allí, en el campo que la familia Sena utilizaba para criar chanchos y otros animales para la venta, habrían quemado el cuerpo de la joven, junto a restos de basura. Días después, tanto César como Obregón, volvieron al lugar para juntar en bolsas los restos ya cremados para luego arrojarlos al río Tragadero, justo por detrás del predio.

De acuerdo a la hipótesis del EFE, Cecilia fue llevada engañada hasta la casa de los Sena en el marco de un supuesto viaje a Ushuaia, que realizarían ese mismo viernes 2 de junio. Ella creía que, junto a César, iba a comenzar una nueva vida en el sur, con trabajo asegurado en planta permanente del gobierno de Tierra del Fuego, una casa y un buen sueldo. Todo eso era mentira: nunca se compraron los tickets de avión y tampoco ese día salieron de la provincia.

Dos personas, quienes se presentaron como policías, fueron los que alertaron a Gloria Romero sobre la desaparición de su hija. Le dijeron que alguien del barrio Emerenciano les había pasado el dato que a la novia de César “le hicieron algo malo”. Previo a esto, alguien que se hacía pasar por Cecilia (presuntamente César Sena) le envió un mensaje explicando que tuvo un problema con su teléfono y que sólo podía enviar mensajes: nada de audios ni videos.

Tras notar lo que estaba ocurriendo, Gloria se comunicó con su yerno quien empezó a contar historias incongruentes, que incluían una supuesta fuga de Cecilia con un amante. Finalmente, los teléfonos quedaron inactivos. Eso fue todo lo que Gloria necesitó para radicar la denuncia policial.

Cabe recordar que por esta causa están detenidas siete personas: César Sena; sus padres, Emerenciano Sena y Marcela Acuña; y cuatro colaboradores de la familia: Obregón; González; Gustavo Melgarejo, casero de la chanchería; y su esposa, Griselda Reinoso.

Tras la confirmación de la prisión preventiva, César Sena quedó imputado por homicidio triplemente agravado por el vínculo, por el concurso premeditado de dos o más personas y por haberse realizado en un contexto de violencia de género.

En tanto que Marcela Acuña y Emerenciano Sena, quedaron imputados por homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas en calidad de coautor.

Por otro lado, los cuatro colaboradores de los Sena están acusados por encubrimiento agravado, que prevé penas que van de un año a seis de prisión.


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