Compartir

Los dos policías acusados de matar a Blas Correas, al disparar contra el auto en el que se trasladaba con amigos por la capital cordobesa en agosto de 2020, fueron condenados a la pena de prisión perpetua por el delito “homicidio calificado”, en un caso que el jurado popular que intervino en el debate consideró como de “violencia institucional”.

Sábado, 1 de abril de 2023

Foto: Télam

Los familiares de Blas se mostraron conformes con el fallo y agradecieron a “la Justicia”, que los “sorprendió para bien”, en una conferencia de prensa realizada luego de la lectura del veredicto.

Por unanimidad, la pena recayó sobre los cabos primero Lucas Gómez (37) y Javier Alarcón (35), a quienes también le atribuyeron la tentativa de homicidio calificado de los cuatro amigos que iban junto a al adolescente de 17 años asesinado.

En el mismo fallo se resolvió también que los cinco chicos atacados a balazos fueron “víctimas de violencia institucional”.

A su vez, el tribunal de juicio condenó a penas de entre dos años y medio y casi cinco ¿años de cárcel otros nueve policías por distintas responsabilidades vinculadas al hecho principal, como “encubrimiento, falso testimonio y omisión de los deberes de funcionario público”; mientras que absolvió a los restantes dos efectivos que habían llegado al debate.

La lectura de la parte resolutiva de la sentencia se dio a conocer pasadas las 18.30 en una sala de audiencias colmada en las que los familiares y amigos de las víctimas aplaudieron cuando se conoció la perpetua para Gómez y Alarcón, y luego siguieron con abrazos y llantos de emoción.

Además de Gómez y Alarcón, otros nueve policías recibieron penas, tal es el caso del comisario inspector Walter Soria (43), que fue condenado a cuatro años y nueve meses de prisión; y del subcomisario Enzo Quiroga (34) y el comisario inspector Jorge Galleguillo, quienes recibieron cuatro años y ocho meses de cárcel.

Los dos policías acusados de disparar y matar a Blas Correas fueron condenados a prisión perpetua. Foto: Télam

En tanto, la oficial ayudante Yamila Martínez (25) fue condenada a 4 años y tres meses de prisión; el subcomisario Sergio González (44) a cuatro años y diez meses; mientras que el comisario Juan Antonio Gatica (46) y el cabo Alexis Quevedo (29) a cuatro años.

Por otro lado, la agente Wanda Esquivel (32), la que “plantó” el arma para simular un enfrentamiento y luego pidió disculpas por ese “error”, recibió una pena de tres años y diez meses de prisión, mientras que el oficial ayudante Ezequiel Vélez (23) a dos años y seis meses de cárcel.

Por último, fueron absueltos el agente Rodrigo Toloza (27) y el cabo Leonardo Martínez (29), quienes estaba acusados de “encubrimiento y falso testimonio”.

También el tribunal de la Cámara 8va. del Crimen ordenó girar las actuaciones a la fiscalía correspondiente para que se investigue posibles responsabilidades del exministro de Seguridad, Alfonso Mosquera, y de la actual jefa de la Policía provincial, Liliana Zárate de Belletti, quien estaba a cargo de la formación de los policías al momento del hecho, pedido que se extiende a otros funcionarios policiales y de dicha cartera.

Además, exhortó al Gobierno provincial a adoptar políticas tendientes a una “reforma profunda” mediante capacitación integral a los miembros de la fuerza para que “nunca más” ocurra lo que se debatió en el proceso de este juicio.

Esta jornada comenzó por la mañana con las “últimas palabras” de los imputados, ocasión en la que los dos principales ahora condenados aseguraron que no tuvieron “intención” de matar.

“No tuve intención de quitar la vida a nadie ni atentar contra nadie”, expresó Gómez, tras lo cual pidió “perdón” por el hecho.

Por su parte, Alarcón, manifestó que “no” es un asesino y que “no tenía intenciones homicidas” cuando realizó los disparos.

Los restantes 11 acusados negaron las imputaciones y dijeron ser “inocentes”.

Antes del inicio de la audiencia, el papá de Valentín Blas Correas, había manifestado que esperaba una “condena para todos” y que la “sentencia es el comienzo de la lucha por la verdad y justicia” para su hijo.

En la audiencia, entre otros, estuvo la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo de Córdoba, Sonia Torres, el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla, y representantes de Amnistía Internacional que fue parte de este proceso como “observador”.

Pietragalla manifestó a Télam que la sentencia “cumplió con las expectativas” que tenía con respecto a la “prisión perpetua de los dos policías que dispararon contra los chicos y también por las condenas al resto de los acusados”.

“La violencia institucional sienta un antecedente importante y las obligaciones que tiene la provincia en erradicar esa problemática que se viene trabajando desde Nación con las provincias”, pero que “lamentablemente no se puede lograr lo mismo con Córdoba”.

El abogado Alejandro Pérez Moreno, representante legal como querellante de los padres de la víctima, luego del veredicto dijo que fue “ejemplar” y que aún “quedan muchos responsables que tienen que dar respuesta sobre los hechos que derivaron en la muerte de Blas”.

En tanto, Soledad Laciar, dijo a los medios que la sentencia le deja “muchas sensaciones. Hasta que no se juzguen a los responsables políticos y a los que lo dejaron morir a mi hijo la lucha va a continuar”.

“Ya no se trata sólo de Blas. También hay muchos casos que están clamando por justicia”, y “esa es mi lucha. Tenemos que lograr los cambios necesarios para que esto no ocurra a ningún pibe más”, remarcó.

Según la investigación, el hecho ocurrió la madrugada del 6 de agosto del 2020, cuando Juan Cruz Camerano Echevarría (20) conducía un Fiat Argo blanco, junto a cuatro amigos y compañeros de colegio: Valentín Blas Correas, Camila Toci, Cristóbal Bocco Camerano y Mateo Natali, ahora mayores de edad pero que al momento del hecho tenían 17 años.

Cuando circulaban en la zona de avenida Vélez Sarsfield y Romagosa, del barrio Colinas en el sur capitalino, se había montado un control policial de prevención en donde los efectivos hicieron señas al conductor para que aminore la velocidad, pero al acercarse al puesto de seguridad decidió acelerar y continuó la marcha.

El expediente detalla que el cabo primero Gómez, “con intención de matarlos” efectuó cuatro disparos con su arma reglamentaria contra el automóvil, en tanto su compañero el cabo primero Alarcón, “en acuerdo tácito (con Gómez) y aportando al plan común de dar muerte a los ocupantes del vehículo”, también efectuó dos disparos “a sabiendas que no había justificación legal para ello”.

Las pericias determinaron que uno de los cuatro disparos efectuados por el suboficial Gómez impactó sobre la zona de la escápula derecha de Correas, que le ocasionó lesiones en el lóbulo inferior del pulmón derecho, la vena cava inferior y el ventrículo derecho, determinándose que la causa eficiente de la muerte fue por traumatismo de tórax causada por el proyectil.

Los demás ocupantes no sufrieron heridas, no obstante, uno de los disparos traspasó el apoyacabeza y la capucha del adolescente Bocco Camerano, a milímetros de su cráneo.

Posteriormente, y con el objetivo de simular un enfrentamiento con un grupo armado, los policías ‘plantaron’ un arma en las cercanías donde luego ocurrió la balacera.

 

Fuente: Télam


Compartir