La coordinadora de Pueblos Indígenas del Poder Judicial del Chaco, Elizabet González, cuestionó las coberturas periodísticas por los incidentes producidos el fin de semana pasado en la localidad de Misión Nueva Pompeya luego de que miembros del pueblo Wichí fueran reprimidos y encarcelados por reclamar por mayor compromiso en la búsqueda del adolescente desaparecido Salustiano Giménez. “Nosotros tenemos muchas personas desaparecidas y tampoco tenemos el acceso a los medios para poder contar nuestra verdad”, afirmó.
Sábado, 13 de marzo de 2023
“Se tornó en un poco de paz, esa paz que emana de nuestros montes y de nuestros pueblos indígenas. Tengo que decirlo. Muchos dirán que se pudo ver tanta violencia, pero siempre hay un punto donde desborda. Entonces me hago esa pregunta como mujer, como mamá y como abuela: ¿Qué haría uno en la desesperación de la desaparición física de un hijo o de un familiar? No con eso, justificar todo acto de violencia porque no podemos permitir hablar de violencia con una situación tan dolorosa como la pérdida de un ser”, sostuvo.
Recalcó que “lo que reclamaban los hermanos” se vinculaba a los operativos de búsqueda del joven Salustiano Giménez. “Nosotros estuvimos trabajando desde el 20 por vía telefónica. Luego fuimos el 1° y estuvimos con los hermanos, pudimos avanzar con el trabajo hecho por la Fiscalía porque también hay un presunto implicado en la causa, hay una persona detenida que no es indígena. Esto está en investigación, hubo una rueda de reconocimiento a través de testimonios que indicaría que esta persona puede saber qué pasó con Salustiano. Y eso es lo que nosotros creemos, los pueblos indígenas, muñidos siempre de paciencia”.
“Hoy estoy hablando con mucha paz y tranquilidad porque nosotros ya no estamos para soportar tanta violencia. Y en esto pido solidaridad, algo muy especial a todos los ciudadanos: ponernos en los zapatos del otro porque todos deseamos vivir en una democracia. Debemos desterrar esto que marca mucho la diferencia y se torna tan racial. Eso también llevó al enojo de varias personas que estuvieron en el lugar. Los hermanos querían que se los escuche”, manifestó.
“No me explico cómo se pudo desatar porque el sábado a la mañana ya ingresó personal especializado en canes, estaban llegando de Bomberos, otros con drones. Todo iba a comenzar el lunes. Fue un compromiso con acta con la ministra de seguridad (Gloria Salazar). Hasta ahí veníamos con ese clima. Para nosotros fue realmente muy fuerte”, expresó.
“Hay una persona desaparecida y es la segunda persona que desaparece en la localidad. Es como que de Hernán Andrada nadie más habla, pero está desaparecido. Y el padre murió sin saber qué pasó con Hernán, no quisiéramos que se repita esta historia”, sostuvo.
González, también comentó que “en un momento comparé esta situación con lo que sufrimos en la Masacre de Napalpí, que no se vuelva a esta historia, que podamos siempre mantener un diálogo que es lo más sano”.
Al respecto de la cobertura periodística y mediática que trascendió sobre los hechos suscitados, cuestionó que “nadie se acordó que había un joven wichí desaparecido. Y después escuchar términos como ‘índígenas terroristas’, ‘paramilitares’, esta cuestión de tener que soportar escuchar que nosotros no conocemos la Constitución, que somos personas violentas. La prensa tiene que tener un poquito de solidaridad para cuando desaparece una persona. Nosotros tenemos muchas personas desaparecidas y tampoco tenemos el acceso a los medios para poder contar nuestra verdad”, aseguró.
“Nadie habló del joven wichí desaparecido, todo se tornó en una ciudad sitiada. Había camiones con combustibles, con alimentos, y no vi a los hermanos que estaban ahí reclamando por especialistas para la búsqueda en un acto de violencia como saqueo a los camiones o pidiendo mercaderías para una olla popular. Nadie lo hizo”, sostuvo.
“Esa mamá gritó que le traigan el cuerpo de su hijo. Tan doloroso como asimilar que su hijo está muerto. Pido empatía y que bajemos todos en algunas situaciones”, expresó.
Fuente: chacodiapordia.com