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La Red Creer, que integran más de 121 organizaciones, y cuenta con el apoyo de la Unión Europea, llamó la atención hoy sobre “las numerosas situaciones de violencia por motivos de género” por las que atraviesan “las mujeres y disidencias que están o estuvieron privadas de su libertad”, en el marco del 8M.

Miércoles, 8 de marzo de 2023

Según las últimas cifras del Sistema Nacional de Estadística sobre Ejecución de la Pena, las personas privadas de su libertad en Argentina en 2021 eran 101.267, de las cuales 4.476 eran mujeres cis y 151 mujeres trans.

Cada una de ellas tiene nombre, apellido y una historia familiar e individual particular, pero, también, vivencias comunes.

“La mayoría de las mujeres que se encuentran en contexto de encierro atravesaron alguna situación de violencia de género. Cuando salen en libertad, se enfrentan a un contexto muy complejo, donde deben sostener una casa y una familia, llevando consigo los antecedentes penales”, explicó Florencia Sequeira, coordinadora de la Red Creer.

Si buscan un trabajo, las puertas se cierran porque tener antecedentes activa estereotipos negativos que excluyen.

Cuando se encuentran privadas de su libertad suelen encontrarse con que “se rompan lazos afectivos y no tienen a nadie que las visite, sostenga o acompañe” porque “sus parejas no suelen visitarlas” y deben soportar una “condena social, que pesa mucho más en las mujeres, porque se las juzga por ‘no cumplir correctamente el rol de madre, de sostén y de mujer’ que la sociedad espera de ellas”, señaló Sequeira.

El sistema también resulta perverso para aquellas mujeres, familiares y entornos directos de varones privados de su libertad, porque si bien ellas los visitan en prisión y los proveen de insumos, se convierten en el sostén económico y afectivo de su familia.

Otro factor común es el motivo que suele llevar a las mujeres a estar detenidas: en la mayoría de los casos, son encerradas por el traslado de estupefacientes, lo que remite a una situación de estar a la merced de un otro con más poder, que, en general, es un varón.

Esta dinámica reproduce lógicas patriarcales y se agrava cuando ellas se encuentran con “la imposición de penas desproporcionadas, largos procesos judiciales, el abuso de la prisión preventiva y la falta de medidas alternativas”, señaló en un estudio la organización Mujeres Tras Las Rejas, integrante del espacio multiactoral.

“Desde la Red Creer acompañamos a las mujeres privadas de su libertad de forma transversal. No solo dentro del contexto de encierro sino conociendo sus perfiles para acompañarlas, dándoles herramientas para que monten sus emprendimientos, articulando con organizaciones sociales y entidades públicas para garantizar viviendas dignas y educación para sus hijos”, relató la referente del espacio.

La Red Creer es un espacio colaborativo y multiactoral para el diseño, implementación y evaluación de distintas iniciativas de impacto colectivo orientadas a la inclusión socioeconómica de personas privadas de la libertad o liberadas, y para sus entornos directos

Está conformada por más de cien organizaciones sociales -como El Pase y Mujeres tras las rejas-, privadas -como DirecTV, Farmacity y Mimo- y públicas -como Sedronar, el Servicio Penitenciario Bonaerense y el Servicio Penitenciario Federal-.

Actualmente, trabaja con la población femenina de ocho unidades penitenciarias de Buenos Aires, Salta y Mendoza.

 

Fuente: Télam 


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