La Fiscalía agravó la acusación contra el oficial subayudante Alexis Fleitas Noguera al imputarle el delito de falsedad ideológica, por intentar ocultar su responsabilidad en la detención ilegítima y posterior fallecimiento de Bravo. En tanto, al agente Gómez se lo imputó como partícipe necesario del delito de tortura seguida de muerte. A los dos otros funcionarios policiales se les mantuvo la imputación de tortura seguida de muerte. Sería inminente el requerimiento de elevación a juicio.
Sábado, 25 de febrero de 2023
Por Brian Pellegrini
En las últimas horas se produjeron novedades en la causa que investiga la muerte en custodia policial de Leandro Bravo. Es que la fiscal de Derechos Humanos Adjunta de Sáenz Peña, Silvia Slusar, procedió este jueves a tomar nueva declaración como imputados y a recalificar la situación legal de los cuatro funcionarios policiales que se encuentran detenidos desde hace casi un año por su intervención en la detención ilegal y posterior fallecimiento de Bravo, ocurrida el 26 de febrero de 2022 en la ciudad de Charata.
Aunque aún resta avanzar con el peritaje de los teléfonos celulares de los imputados por parte de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP), dependiente de la Procuración General de la Nación, la decisión del Ministerio Público Fiscal puede interpretarse como una señal del inminente dictado del requerimiento de elevación a juicio de la causa en la que originalmente había imputado a los cuatro agentes policiales por el delito de tortura seguida de muerte, que prevé una pena de prisión perpetua. En aquella resolución, la fiscal puntualizó que a la víctima le fue “suprimida la libertad ambulatoria”, y que además fue atacada “en su integridad física y psíquica, y en su dignidad humana, característico de hechos de torturas”.
Con esta nueva ronda de declaraciones, la fiscal Slusar decidió diferenciar la participación que cada uno de los cuatro agentes policiales tuvo aquella calurosa tarde del 26 de febrero de 2022. El que se llevó la peor parte es el oficial subayudante Alexis Fleitas Noguera a quién la fiscala imputó también el delito de “falsedad ideológica”. Al funcionario policial se lo acusa de haber insertado datos falsos para ocultar su posible responsabilidad en la detención ilegítima y posterior fallecimiento de Bravo, lo que incluyó inducir a una vecina a formular una denuncia falsa contra la víctima, que justificase el posterior despliegue policial. Pese al agravamiento de su situación procesal, Fleitas Noguera se abstuvo de declarar.
En tanto, para el agente Carlos Díaz y el cabo Franco Sosa se mantuvo la calificación como coautores del delito de tortura seguida de muerte. En su declaración ambos negaron el hecho que se les imputa y quisieron dejar constancia de su disconformidad con la actuación de los fiscales (Silvia Slusar y Carlos Rescala) y de las querellas, a quiénes sus abogados defensores denunciaron penalmente. No obstante, vale aclarar que hasta el momento el curso de la investigación llevada adelante por el Ministerio Público Fiscal, con el aporte de las querellas, fue ratificado en su totalidad por el Juzgado de Garantías de Charata y también por la Cámara en lo Criminal de Villa Angela.
Por último, al agente Enzo Gómez se lo imputó como partícipe necesario en el delito de tortura seguida de muerte. Gómez fue el segundo en llegar al lugar de los hechos y fue quién derribó a Bravo y colaboró con Fleitas para reducir a la víctima sin que la misma haya realizado, según la Fiscalía, “alguna conducta que hiciera procedente el empleo de esa fuerza de reducción en su contra”. Posteriormente, fue quién condujo el móvil policial a la División Medicina Legal Interior Charata, adonde Bravo llegó sin vida.
En ese sentido, la fiscal Slusar argumentó que “la participación del imputado Enzo Matias Gomez desde el inicio en la reducción violenta de Bravo, su posterior traslado en una parte del móvil policial PT-412 no destinado al traslado de personas, y sabiendo que Leandro Fabricio Bravo iba en el piso de la caja de la camioneta acostado boca abajo, con las manos esposadas para atrás, con el torso desnudo, en una hora del día de mucho calor, y con la custodia de los policías Diaz y Sosa ejerciendo presión sobre su cuerpo para que no se moviera, provocaron el sufrimiento y posterior muerte de Leandro Fabricio Bravo, sin cuya colaboración del imputado Enzo Matias Gomez no se hubiere producido”.