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La jueza, Laura Buyatti, está en el ojo de la tormenta. La titular del Juzgado de Niñez, Adolescencia y Familia 1 de Villa Ángela quedó envuelta en un escándalo al conocerse dos audios en los cuales dedica insultos racistas y aporofóbicos a un albañil e incluso lo amenaza con pegarle de un tiro en la cabeza. “Soy una persona normal a la que llevaron al límite”, afirmó en diálogo con LITIGIO.

Jueves, 22 de diciembre de 2022

Laura Buyatti, titular del Juzgado de Niñez, Adolescencia y Familia 1 de Villa Ángela

“Negros de mierda”, “tapecitos”, “planeros”, “te voy a encajar un tiro en la frente”. Esas son algunas de las expresiones que se escuchan decir a la jueza Laura Buyatti, titular del Juzgado de Niñez, Adolescencia y Familia 1 de Villa Ángela, en dos audios que se viralizaron en las últimas horas. El destinatario de los insultos y amenazas era el albañil, Marcelo Acosta, quien reclamaba el pago de trabajos realizados y aún no abonados por parte de la expareja de Buyatti, José Álvarez Tovar.

LITIGIO se comunicó con la magistrada y se produjo el siguiente intercambio de mensajes vía whatsapp. La jueza autorizó la reproducción de este diálogo con la única condición de “no sacarla de contexto”.

―Queríamos hacerle una entrevista telefónica por los audios qué están circulando que presuntamente serían suyos.

―Gracias, pero no lo puedo atender. Tengo ataque de pánico. Me usaron. Yo no debo a nadie. Ni los conozco. Trabajaban con mi expareja. Poné en contexto esto. Yo vivo sola. Soy mujer. Vinieron  a amenazar a mi casa, a las once y media de la noche. Yo salía a entrar a mi perro. Me dicen: “¿Acá vive Tabu (por Álvarez Tovar)? No, les digo. Yo vivo sola. Me dicen “tu marido”, pero yo no estoy casada. A esa hora, yo casi en pelotas, con camisón, vienen y me dicen “si no me paga, mañana nos venimos a encadenar a su casa”. Yo muerta de miedo, sola, como a las doce, viene la policía y me dice que está preocupados por mi integridad. Ellos pasaron toda la noche. Al día siguiente fueron a la Delegación de Trabajo y volvieron a decir que mi expareja les debe 100.000 pesos, que es mentira, están todas las transferencias de bancó hechas. Y vuelven a nombrarme. Pero yo no los conozco. Obviamente, cuando vi eso, estaba en mi domicilio y exploté como cualquier persona normal. Están usando mi imagen para sacar plata. Conseguí el número y les dije de todo porque una persona bajo esa presión ya explota. Y eso querían. Después, a un medio de Resistencia que se hace llamar Portal Móvil, le expliqué todo, así como te estoy explicando y parece al propósito: sacaron cualquier cosa. Es más, querían que me retracte y les dije “si entre hombres está bien gritarse, bardearse y patotear, volvemos al machismo puro: la mujer callada, sumisa y lavando platos”. A mí, si me atacan, yo voy a defender mi integridad física, la de mi hija y mi casa. Yo no tengo nada que ver. Usaron mi imagen para plata y les salió bien porque yo estoy en mi casa, que vivo sola con mi hija, y ellos negociando de 100.000 pesos a un millón se llevan con un abogado de Resistencia. Es todo lo que tengo para decir. Los derechos de la mujer, al tacho. Ellos pueden ir a tu casa y patotearte y vos calladita.

―Hay varias cosas que usted dijo en esos audios que son muy graves. Dijo “tapecito”, “planero”, “negro de mierda” y lo peor fue la amenaza de muerte: “Salgo y te meto un tiro”. ¿Sabe que eso le puede valer una causa por amenazas y un jury verdad?

―¡Jodeme! Yo no mato una mosca. Soy una persona normal que la llevaron al límite para que diga esto. Me llegan a las once y media de la noche y yo sola. ¿Un tiro? No tengo ni gomera.

―Para que se penalice una amenaza no hace falta que esa amenaza se concrete. La amenaza es un delito en sí. Usted lo sabe.

―Muchas gracias por tu atención. Soy más inofensiva que la leche “Nido”. Buen año.

 

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