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Con una bajada de línea dura de denuncia hacia el lawfare, a favor de los gobiernos populares y en contra del neoliberalismo, comenzó este miércoles la XVIII Conferencia Continental de la Asociación Americana de Juristas en Resistencia. El evento tuvo como oradores a la presidenta continental de la Asociación Americana de Juristas, Vanesa Ramos y al gobernador, Jorge Capitanich. La jornada cerró con una disertación magistral del exjuez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Zaffaroni. Fue llamativa la gran cantidad de butacas vacías en la Casa de las Culturas, algo que se podría explicar por el monto restrictivo de la inscripción. La justicia local no envió representantes.

Jueves, 3 de noviembre de 2022

Por Bruno Martínez 

El inicio de la XVIII Conferencia Continental de la Asociación Americana de Juristas que comenzó este miércoles en Resistencia fue extraño. Por un lado, tanto el panel que dio el saludo de apertura como la disertación magistral del exjuez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Zaffaroni, tuvieron en común una bajada de línea muy dura contra el lawfare, el neoliberalismo y las corporaciones. A su vez, se escucharon discursos donde se evocó con esperanzas el regreso de Luiz Inácio Lula Da Silva a la presidencia en Brasil, se cuestionó la persecución judicial y el intento de magnicidio contra la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner y se denunció el injusto encarcelamiento de la dirigente social jujeña, Milagro Sala.

Pero, por otro lado, estas posiciones marcadamente nacionales, populares y anti imperialistas, se contrapusieron con el frío contexto en el que fueron vertidas, en un auditorio de la Casa de las Culturas escasamente concurrido, con alrededor del 40% de sus butacas vacías. Sólo una élite de funcionarios del gobierno provincial, legisladores, algunos asistentes que pagaron su entrada, varios invitados y otros pocos miembros de la justicia Federal estuvieron presentes para escucharlas.

Una explicación posible pudo haber sido la poca publicidad que tuvo el evento, sumado a los altos precios para poder acceder. La inscripción para participar de todas las charlas llegaban hasta los 7 mil pesos para aquellos que residían en el país. Y para aquellos que estaban en el exterior, el costo para acceder al streaming privado era de 100 dólares. Había, vale aclarar, descuentos para estudiantes y empleados estatales.

Otro dato llamativo fue la ausencia de representantes de la Justicia del Chaco, teniendo en cuenta que el Superior Tribunal de Justicia auspiciaba el evento y que además está prevista una disertación de la presidenta del STJ, Emilia Valle.

La imposibilidad de que la prensa pudiera seguir de manera remota los pormenores de la totalidad de las charlas a lo largo de las tres jornadas que dura el evento también fue otro condimento por demás peculiar. Los organizadores aseguraron que los y las periodistas sólo podían cubrir los paneles de manera presencial ya que los únicos que tenían acceso al streaming era quienes pagaron por ello. Entre los auspiciantes, estaban el gobierno del Chaco, la municipalidad de Resistencia y la Universidad del Chaco Austral.

Miradas

La temática elegida por el comité organizador fue “Responsabilidad de los juristas en la defensa de la democracia, la realización de los derechos humanos y del medio ambiente”, y hasta el 4 de noviembre contará con ponencias de especialistas de la provincia, la región y de América.

Expondrán especialistas argentinos de la talla de Alejandra Gils Carbó, Nelly Minyersky, Eduardo Bacersat, Cristina Caamaño, Maximiliano Rusconi y Atilio Borón, entre otros. Además, participarán Alberto Fillipi (Italia), Carol Proner y Luciane Toss (Brasil), Alfredo Millan Alarid (México), Gisela Giménez (Venezuela), Gloria Ramírez y Pietro Alarcón (Colombia) y el expresidente de Ecuador, Rafael Correa.

Foto: Alejandra Saucedo / Es Chaco

Entre los ejes temáticos se incluyen la autodeterminación, soberanía e integración de los pueblos; endeudamiento externo; la exigibilidad judicial de los derechos económicos, sociales y culturales; género, diversidad e igualdad; ambiente y cambio climático; alcances y límites a las facultades y la independencia de jueces, juezas e integrantes del Ministerio Público y Lawfare (persecución judicial contra dirigentes populares).

Panel de bienvenida

La mesa inaugural estuvo integrada por la presidenta de la Asociación Americana de Juristas (AAJ), Vanessa Ramos; la presidenta de la AAJ Rama Argentina, Claudia Rocca, la presidenta del Comité Organizador, Laura Tissembaum; el exintegrante del Consejo de la Magistratura y Presidente Consultivo de la AAJ, Beinusz Szmukler y el gobernador del Chaco, Jorge Capitanich.

Tras la ejecución del Himno Nacional a cargo del coro Qom Chelaalapí, Laura Tissembaum fue la encargada de romper el hielo. La abogada del fuero local destacó la realización de este encuentro luego de posponerlo por casi tres años, pandemia mediante.

“Esta pandemia que azotó al mundo nos obligó a convertirnos. Y en medio de todo eso, comenzamos a pensar de qué manera podíamos continuar con la discusión de los temas”, sostuvo Tissembaum, al tiempo que destacó que mientras hablaba estaban conectados vía streaming asistentes de Colombia, Ecuador, Brasil, Venezuela, Cuba, Puerto Rico y Chile.

“Esta reconversión nos va a permitir avanzar en diálogos de una cantidad de situaciones que nos hemos enfrentado, particularmente en este período de pandemia. Los cambios no solamente de las comunicaciones sino de las relaciones personales, de trabajo, en las responsabilidades del Estado en situaciones de crisis sanitaria, en los derechos humanos. Todos estos vínculos, que como en otras situaciones históricas, vienen produciendo cambios. Todo esto vamos a discutir”, expresó.

“Contra el lawfare

A su turno, la presidenta de la AAJ, rama Argentina, Claudia Rocca, hizo un repaso sobre la historia de la organización, valorando el trabajo realizado por destacados juristas a lo largo del continente para lograr un acceso real de la justicia para los sectores más desprotegidos, citando los nombres de Beinusz Szmukler, Nelly Minyersky y Eugenio Zaffaroni, entre otros.

“Seguimos dando la batalla contra el lawfare porque tenemos la convicción de que son mecanismos de destrucción de los movimientos nacionales y populares y que tienen como objetivo debilitar el poder del Estado para poder someterlo a los intereses económicos y corporativos concentrados, nacionales e internacionales”, denunció.

“Seguimos dando la batalla contra el lawfare porque tenemos la convicción de que son mecanismos de destrucción de los movimientos nacionales y populares”, apuntó Claudia Rocca

“De igual modo nos resulta inaceptable la regresividad en materia de derechos económicos, sociales y culturales que desde algunos sectores se nos pretende imponer con la excusa de crisis económicas que esconden en realidad un brutal proceso de concentración de riquezas. Y por eso este es un tema especial de esta conferencia. Y es esta herencia, también, la que nos encomienda pedir por la libertad de los y las presas políticas”, remarcó.

“Hay que dar la disputa por un pensamiento jurídico emancipatorio y humanístico. Muchos han pagado un precio muy alto por esto, algunos hasta el día de hoy lo están pagando. Pero jamás se han sometido al desánimo o la claudicación”, afirmó.

“Sin imperios, sin colonias”

Vanessa Ramos, presidenta continental de la AAJ, mostró su apoyo hacia las luchas sociales y políticas de toda Latinoamérica y remarcó la necesidad de trabajar por modelos económicos alternativos, incorporando una perspectiva de derechos humanos, con la intención de proteger el ambiente, a las mujeres, niños, niñas, pueblos indígenas e incluir comunidades LGTIQ+. Además, se solidarizó con Cristina Fernández de Kirchner, tras el intento de magnicidio ocurrido en septiembre.

“Mis palabras están dedicadas a aquellos que luchan por un mundo sin imperios y sin colonias”, señaló. “Los tentáculos del imperio, en colaboración con las oligarquías y gobiernos títeres pretenden revertir nuestras conquistas, criminalizar los movimientos sociales y de afirmación de identidades”, añadió, al tiempo que recordó que la AAJ “ha llamado a nivel continental y en el Consejo de Derechos Humanos a la liberación y el cese de la persecución política, judicial y mediática a la que es sometida la dirigente indígena, Milagro Sala”.

Foto: Alejandra Saucedo / Es Chaco

Ramos cerró su alocución pidiendo defender a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), mecanismo intergubernamental de ámbito regional creado el 3 de diciembre de 2011, en respuesta a la necesidad de realizar esfuerzos entre los Estados de América Latina y el Caribe con el fin de avanzar en la unidad y en la integración política, económica, social y cultural. “La Celac”, dijo, “no es marioneta de nadie”.

“Por una resistencia organizada, humanista y solidaria”, pidió Vanessa Ramos

“Por la memoria, verdad, justicia y reparación económica y ambiental. Por una resistencia organizada, humanista y solidaria. Por una Latinoamérica y el Caribe como zona de paz, otro mundo sí será posible”, concluyó.

“Redefinir la democracia”

“Necesitamos líderes políticos con acción, convicción y coraje para defender derechos, pero sobre todo juristas que tengan la sensibilidad para construir nuevos paradigmas en base a la solidaridad internacional”, sostuvo el gobernador, Jorge Capitanich, al tomar la palabra. “Seamos capaces de construir una patria justa, libre y soberana, y una humanidad solidaria, justa y equitativa”, añadió el primer mandatario.

“No hay orden jurídico equilibrado y justo cuando hay un orden social injusto”, afirmó Capitanich

Además, aseguró que “no hay orden jurídico equilibrado y justo cuando hay un orden social injusto. No existe un orden jurídico equilibrado si los países hegemónicos no cumplen las normas internacionales, ni es posible construir un orden jurídico respetado socialmente si no somos capaces de debatir una reforma estructural del sistema judicial en Argentina y en el mundo”.

Capitanich señaló además que, en la actual situación política, “existe una contradicción profunda que se traduce en democracia versus corporaciones”.

Por eso llamó a los juristas y al sector político a “ver cómo somos capaces de garantizar la plena y la irrestricta vigencia de los derechos humanos, económicos, sociales, y garantizar igualdad de oportunidades. Para eso se necesita de dirigentes políticos que tengan liderazgo, que tengan coraje, y que no sean genuflexos al poder corporativo”.

“La más irracional”

El exjuez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Raúl Eugenio Zaffaroni, fue el encargado de cerrar la jornada con una conferencia magistral. El destacado jurista realizó una crítica brutal a la estructura y la dinámica del Poder Judicial argentino. Apuntó sobre todo contra la Corte Suprema y el Consejo de la Magistratura.

“Se ha advertido varias veces que la estructura institucional de nuestro poder judicial es la más irracional que hay en toda América y Europa”, denunció. “La nuestra es la peor. Acá no tenemos Casación. Somos un país federal pero cada provincia dice lo que se le antoja, cada Poder Judicial provincial interpreta la ley como quiere y a diferencia de EEUU que tiene códigos por provincias, nosotros tenemos códigos únicos. Sólo que hay 25 interpretaciones diferentes”, añadió.

“En consecuencia, yo puedo hacer un contrato acá (en el Chaco) pero cuando me cruzo el río Paraná y voy a Corrientes, allá no es válido. O de un lado de la avenida General Paz puedo ser un delincuente y me cruzo al otro lado, por la misma conducta, regido por el mismo código, me pueden hacer un homenaje y darme una medalla”, comparó.

“La estructura institucional de nuestro poder judicial es la más irracional que hay en toda América y Europa”, sostuvo Zaffaroni

También apuntó contra la modalidad que se utiliza al realizar el control de constitucionalidad por parte de la Corte Suprema al que resumió en cuatro palabras: “No sirve para nada”. “Sirve para que no se aplique la ley inconstitucional al caso concreto, pero después no pasa nada más”, abundó.

“Cada tipo que quiere volver a sostener lo mismo tendrá que seguir todas las instancias hasta llegar a la Corte y, si no se murió nadie de la Corte y sigue siendo la misma, le dirá una vez más que es inconstitucional. Pese a que la Corte declare inconstitucional una ley, la misma sigue vigente y cada juez hace lo que quiere. Y a las pruebas me remito en lo que pasa con el consumo de estupefacientes para consumo personal”, ejemplificó.

Foto: Alejandra Saucedo / Es Chaco

“Además, tenemos una Corte Suprema que se atribuye a sí misma la facultad de anular cualquier sentencia que considere arbitraria. ¿Cuándo una sentencia es arbitraria? Cuando no me gusta. Hoy nuestra Corte tiene 19 mil firmas por arbitrariedad, de las cuales rechaza el 95% pero cobra 300 mil pesos por el derecho de estar ahí. La función de control de constitucionalidad que le asigna la Constitución a la Corte deben ocuparle unas 100 causas por año, las otras 19 mil son por arbitrariedad. Es decir que se deben firmar una cada media hora, sin dormir, incluyendo sábados y domingos”, comparó.

En este sentido, reconoció que durante los años en los que fue parte del Máximo Tribunal de Justicia del país no pudo leer todo lo que firmaba. En un acto de sincericidio, explicó que humanamente es imposible. “Me pasé 11 años adentro de la Corte firmando cosas que no podía leer”, dijo Zaffaroni.

“Me traían un montón de papelitos que decían los tipos de casos que había. Y yo ponía mi impresión digito pulgar derecho. Luego, aunque quisiera leerlo, no lo podía entender. Porque nadie conoce todo el derecho. Eso es absurdo. El Leonardo Da Vinci del Derecho no existe. Uno se rodea de gente que le hace los proyectos”, reconoció.

Apuntó contra la conformación del Consejo de la Magistratura y la forma en que se eligen los magistrados, muy influenciado por la discrecionalidad que marca la política. “Tenemos un Consejo de la Magistratura que no es el de la legislación constitucional comparada. Que también se toma la libertad en que salió el orden de los concursos. Aparte, remite una terna al Ejecutivo, que a su vez elige a uno de la terna. Naturalmente lo hace con criterio político. ¿Quién es amigo? No lo conocemos. ¿Quién es enemigo? Tampoco sabemos. Bueno, entonces elijamos al más idiota de todos porque debe ser el más inofensivo”, dijo Zaffaroni.

“De esta forma se eligen nuestros magistrados”, lamentó. Y remarcó que las consecuencias de esta opaca metodología de elección la padecen, entre otros, “nuestros dirigentes populares, como (el exvicepresidente de la Nación) Amado Boudou, Milagro Sala y a nuestra vicepresidenta”.


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