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En declaraciones al programa Justicia en Sintonía, de Radio Nacional Resistencia, la exinterventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y presidenta de la Asociación Justicia Legítima, Cristina Caamaño, habló sobre la vigencia de la persecución judicial a los y las líderes populares y sobre el libro que escribió referido a esta temática junto al exjuez Raúl Zaffaroni y la criminóloga Valeria Vegh Weis.

Domingo, 3 de julio de 2022
Cristina Caamaño, presidenta de Justicia Legítima y exinterventora de la AFI

“El lawfare, a pesar de lo que diga el vicepresidente de la Corte (Carlos Rosenkrantz) que no existía, realmente es una gran preocupación y es un delito que habría que legislar. Está conformado por varias patas, una de las cuales la pudo sacar el actual presidente Alberto Fernández. Pero el resto de las patas siguen vivitas y coleando, como es la corporación judicial, los empresarios neoliberales, los políticos de derecha y los medios hegemónicos”, sostuvo Caamaño.

En ese sentido, describió que “lo único que se pudo sacar es a la Agencia Federal de Inteligencia que ya no realiza más espionaje ilegal, que era uno de los que participaban de esta mesa que conocemos como lawfare”. La ahora ex interventora de la AFI reveló que “dejamos de hacer de todas las formas cualquier tipo de espionaje y nos dedicamos a lo que se tiene que dedicar una agencia de inteligencia, que es justamente la inteligencia estratégica. Para eso tuvimos contacto con muchas agencias del exterior, que colaboraron con nosotros, que pudimos hacer mesas de trabajo, que nos contaron cómo se lleva adelante esa inteligencia estratégica, que nunca se había hecho en la Agencia Federal de Inteligencia”.

Sobre el libro “Bienvenidos al lawfare”, Caamaño comentó que está dividido en tres partes: “la primera es sobre derecho penal vergonzante, que es todo este derecho penal en donde está incluida la doctrina Irurzun, que la escribió Raúl Zaffaroni; una parte de criminología que la escribió Valeria Vegh Weis, becada en Alemania, y a mi me tocó escribir sobre la parte del proceso penal, en la que se analiza lo que trae aparejado, como la prisión preventiva, la figura del arrepentido, que es totalmente inconstitucional, porque la primera persona que declara está muy por encima del resto que se quiera arrepentir, porque si el segundo quiere decir lo mismo el fiscal no le va a dar las mismas garantías o los mismos beneficios”.

En ese contexto, precisó que “el libro lo que habla es como se lleva al extremo, como se fuerza al derecho procesal penal para lograr que los políticos populares que llegan por el voto popular pero que además son los únicos que les dan derechos al pueblo son los únicos perseguidos y a los que quieren sacar del ruedo político”.

Al ser consultada por la actual Corte Suprema de Justicia, Caamaño aseguró que “yo creo que es garante, que es parte del lawfare nuestra Corte”. “Teniendo en cuenta que dos de sus integrantes aceptaron ser nombrados de manera inconstitucional, ingresaron de mala manera a la Corte sin cumplir con los requisitos que se imponen. Después, tenemos al propio (Ricardo) Lorenzetti diciendo que el lawfare no existe, entonces me parece que de ellos no se puede esperar nada”, reflexionó.

Sobre el caso de Lula en el cual la Corte de ese país revocó las condenas arbitrarias en su contra, la exinterventora de la AFI reconoció que “es cierto lo de la Corte, que hizo una muy buena revisión, pero Lula estuvo más de dos años preso, no nos olvidemos de eso, y estuvo preso por los dichos de (Sergio) Moro, que fue el juez devenido ministro de Justicia (de Bolsonaro), cuando dijo ‘no tengo pruebas pero tengo convicciones’, eso es en palabras de Raúl Zaffaroni es parte del derecho penal vergonzante”.

Con respecto a la posibilidad de terminar con el lawfare a través de una profunda reforma judicial, Caamaño señaló que “dicen que la esperanza es lo último que se pierde, creo que en algún momento tenemos que retornar a una justicia para el pueblo, por eso somos de Justicia Legítima”.

“La justicia tiene que dejar de ser un privilegio, tiene que dejar de ser de un grupo de elite y la justicia tiene que empezar a mirar al pueblo y a trabajar para el pueblo. Si se tiene en cuenta esto y se empieza a trabajar para eso, por eso la reforma judicial planteada y otro montón de cosas, me parece que podemos lograrlo. No va a ser fácil, pero se puede alcanzar”, concluyó la presidenta de la Asociación Justicia Legítima.


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