A casi un año del hecho, Sotero Verón aceptó su responsabilidad penal y fue condenado a prisión perpetua por el femicidio de su pareja Esther Baldore, cometido el 11 de junio de 2021 en la ciudad de Machagai. La pena fue confirmada por la Cámara del Crimen Nº 1 de la ciudad de Sáenz Peña.
Martes, 7 de junio de 2022
El juez de la Cámara Primera en lo Criminal de Sáenz Peña, Rodolfo Lineras, leyó este martes la sentencia por la que condenó a Sotero Verón a una pena de prisión perpetua por el femicidio de María Esther Baldore, ocurrido el 11 de junio de 2021 en la ciudad de Machagai. Fue en el marco de un juicio abreviado en el cual el hombre de 69 años aceptó su responsabilidad por el delito de homicidio doblemente agravado por el vínculo y en un contexto de violencia de género (femicidio).
La audiencia del juicio abreviado se llevó a cabo el 23 de mayo último en la sede de ese mismo tribunal, fue conducida por el juez Lineras. Participaron además la fiscal de Cámara, María Rosa Osiska, la abogada querellante en representación del hijo de la víctima, Nahir Barud, y la defensora del imputado, Adriana De Langue. Se trata del primer juicio abreviado en que un imputado es condenado a prisión perpetua.
Para la lectura de la sentencia, el detenido fue trasladado desde la Comisaría de El Tacuruzal donde se encontraba alojado.
La sentencia
En la sentencia, el juez dio por probado que la mujer sufrió “múltiples y graves lesiones físicas en cabeza, rostro, cuello, tórax y brazo derecho, producidas con elemento contundente o contuso-cortante así como también con instrumento punzo-cortante, que provocaron su rápida muerte por paro cardiorrespiratorio postraumático (traumatismo craneoencefálico grave y degolladura)”.
El magistrado también infirió que Verón dio muerte a la mujer y luego intentó crear una coartada para eludir su responsabilidad, al ingresar y salir varias veces de su domicilio, en alguna de ellas para deshacerse de las evidencias que podrían incriminarlo. De hecho, uno de los testigos aseguró que en la casa faltaban un hacha de mano, un puñal de fabricación casera y una espada tipo sable, siendo compatibles con las características de las lesiones que presentaba la víctima.
El magistrado también dio por acreditado que el femicida venía ejerciendo actos de violencia de índole psicológica sobre su pareja a raíz de los celos desmedidos que experimentaba, situación de la que estaban al tanto el hijo como la nuera de la víctima.
El caso
Hace casi un año, Verón acudió a la Policía para denunciar que al regresar a su domicilio había encontrado sin vida a su pareja, María Esther Baldore, de 61 años, y que supuestamente la mujer se había suicidado. Al llegar al lugar, los investigadores constataron que la mujer presentaba numerosas heridas cortantes compatibles con las de un arma blanca.
Tras la intervención de los peritos del Poder Judicial, la versión de Verón se comenzó a desmoronar y, en un trámite expeditivo el fiscal Marcelo Soto ordenó su detención, lo imputó por el femicidio de su expareja y requirió su elevación a juicio.