Uno de los postulantes a ocupar la vacante en el Superior Tribunal de Justicia se mostró en los últimos días enojado e intolerante ante las críticas. Lo que detonó esta faceta irascible de su personalidad fue un cruce que mantuvo con el exdiputado provincial y dirigente del Frente Grande, Daniel San Cristóbal, quien había cuestionado algunas sentencias firmadas por él. La respuesta de Sinkovich fue una catarata de agravios y acusaciones que no se condicen con el recato y mesura que debería mostrar un magistrado.
El juez Civil y Comercial 6 de Resistencia y candidato a ocupar la vacante en el Superior Tribunal de Justicia del Chaco, Jorge Sinkovich.
Por Bruno Martínez
El juez Civil y Comercial 6 de Resistencia y candidato a ocupar la vacante en el Superior Tribunal de Justicia del Chaco, Jorge Sinkovich, perdió la compostura. No una, sino dos veces se mostró públicamente enojado, agresivo y provocador, en una actitud parecida más a la de un barrabrava que a la de un magistrado.
Su foco de odio, lo que detonó esta faceta irascible de su personalidad, fue un cruce con el exdiputado provincial y dirigente del Frente Grande, Daniel San Cristóbal, a quien tildó de, entre otras cosas, “cobarde”, “inútil”, de “tenerle envidia” y de ser un vago odiado por “la gente”.
Pero, ¿cómo empezó toda esta catarata de agravios? ¿Cuál fue el disparador de todo esto? Hay que remontarse al 31 de agosto pasado, durante la audiencia pública que se realizó en el Centro de Convenciones Gala en el marco del concurso para la elección del nuevo juez del Superior Tribunal.
Habían pasado más de 10 horas del inicio de la audiencia cuando San Cristóbal tomó el micrófono. Era uno de los más de 200 participantes inscriptos para hablar.
El exdiputado enumeró una serie de fallos polémicos que fueron firmados por algunos de los postulantes y, sin nombrarlos, dijo que quienes avalaron este tipo de medidas judiciales no están aptos para formar parte del STJ. Entre los que citó estaba el del juez Julián Benito Flores, con el cual se impidió a casi un centenar de trabajadores municipales frenar los trámites jubilatorios iniciados en forma unilateral por la actual gestión municipal.
Y también mencionó dos sentencias de Sinkovich: una medida “anticautelar” que en octubre de 2020 le puso un cepo a cualquier resolución judicial o de cualquier otra índole que afecte la actividad forestal del Chaco, como así también la cautelar dictada en ese mismo mes a través de la cual suspendía la acción de un decreto provincial que ponía restricciones horarias a bares y restaurantes en el marco de la pandemia.
“Nadie debería estar hoy en el Superior Tribunal de Justicia que no reconozca los derechos de las comunidades indígenas, que no proteja el ambiente y nuestros recursos naturales, que no respete a la mujer, a las identidades diversas y que no utilice la perspectiva de género en sus resoluciones”, sostuvo San Cristóbal en su alocución.
“Y yo cito rápidamente algunas resoluciones judiciales, incluso de algunos postulantes, que no cumplirían esos requisitos”, añadió. “Por ejemplo, el año pasado, se habilitaron los bares con una medida cautelar poniendo en riesgo la salud y al comercio por encima de esta. Hace un tiempo atrás también se le negó a una fundación a dar su opinión por una medida cautelar”, señaló.
“Hace muy poco tiempo también trabajadores que fueron jubilados de forma obligatoria en el municipio de Resistencia tienen negados el acceso a la Justicia por una medida cautelar. Hace poco también hubo una anticautelar por una cuestión vinculada al ambiente. Nosotros no queremos ese tipo de jueces en el Superior Tribunal de Justicia”, afirmó.
Flores optó por no responder. Sinkovich sí lo hizo y de manera brutal. “San Cristóbal, yo lo conozco a usted de Villa Ángela”, le respondió el juez haciéndose cargo de la imputación del exlegislador. “Cuando usted deslizó la opinión respecto a qué juez tiene que ser elegido, mencionó unos fallos que precisamente tienen nombre y apellido: yo soy ese juez”, sostuvo.
“Primero, el fallo de la Asociación de Bares y Restaurantes en plena pandemia. En ese fallo yo autoricé a que los bares y restaurantes abran hasta determinada hora porque es el propio gobierno que cambió el decreto y si no que me desmienta la doctora (y ministra de Seguridad, Gloria) Zalazar. Ahí apliqué el sentido común también: el trabajo. Por eso usted tiene que referirse con nombre y apellido. No tiene que ser cobarde”, disparó.
“No tiene que decir tampoco que no tiene que recalar en el Superior Tribunal de Justicia un juez que dictó una medida anticautelar del sector foresto industrial. Hasta hoy en día, ese sector tiene 35 mil familias en la zona de Castelli que me están apoyando. ¿Y sabe quién pidió esa medida anticautelar? El propio gobierno del Chaco a través de la Fiscalía de Estado”, remarcó.
“En tercer lugar, usted dijo que no va a permitir que un juez de estas características se siente en el Superior Tribunal. Yo le voy a recordar que usted es un opinante más. Los que votan son los integrantes del Consejo de la Magistratura. Usted ya no es ni siquiera diputado. La próxima, cuando mencione un fallo mío, mencione con nombre y apellido. No se esconda porque el esconderse es de cobarde”, finalizó desafiante.
Segundo round
Cuando parecía que todo quedó ahí, el contrapunto continúo en las redes sociales. “Lo que no entendió este abogado, hoy juez, es la naturaleza del planteo que llevamos”, abundó San Cristóbal en la cuenta de Facebook de LITIGIO.
“Tal vez no fui claro, o tal vez él no se esforzó demasiado. El planteo fue de carácter general y ni fue dirigido a él. Todes aquelles que no tengan en cuenta el cuidado del ambiente, el respeto a los derechos de las mujeres y diversidades, la consideración hacia pueblos indígenas, la salud, les trabajadores, no deberían integrar el STJ. Los ejemplos citados fueron con esa finalidad, y no sólo ejemplifique con fallos de ese juez sino de otros que estaban en la mesa. Se lo dije en la cara. Nada de cobardía. Cobardía sería operar por afuera. Pero el partido al que pertenezco y yo fuimos a decirles en la cara lo que pensamos, para promover el debate”, sostuvo el exdiputado.
“Él sabía, y les integrantes del Consejo de la Magistratura sabían, les otros postulantes (algunes al menos) también sabían a quién y a qué me refería. Pero yo no me refería a nombres, me refería a conductas, trato y especialmente fallos machistas, antiderechos y pro depredación del ambiente. Lo que quedó claro con la intervención de Sinkovich es que no puede ser funcionario público. Nadie que no acepte la crítica de sus administrades lo puede ser. Nadie que responda con agresiones a una crítica fundada puede tener poder otorgado por el pueblo. La educación, el respeto y el buen trato son acuerdos básicos. ¿Para que quiere más poder Sinkovich?”, se preguntó San Cristóbal.
En la misma red social, Sinkovich replicó con munición gruesa. Tras arrogarse el mérito de ser el “único que se preocupa” por los indígenas y mujeres, el juez atacó al exdiputado acusándolo de “inútil” y de operar en su contra por el sólo hecho de ser “amigo” del juez camarista, Víctor Del Río, también competidor en la contienda para alcanzar el sillón en el STJ.
“San Cristóbal: el único que se preocupa por los indígenas soy yo. El único que se preocupa por las mujeres y por los sectores necesitados y vulnerables y los presos soy (yo). Usted es un inútil que me atacó porque es amigo de Del Rio. Están juntos en la Iglesia de la Asunción. Me tienen envidia porque atiendo las necesidades de la gente y soluciono los problemas de la gente. Usted es un ser que desprecia a la gente y nadie lo quiere”, disparó.
También lo invitó a leer un artículo del diario Norte en donde se refiere a la delicada situación foresto industrial de la provincia, con la clara idea de ratificar su defensa a la anticautelar que firmó meses atrás.
Finalmente, reiteró sus agravios contra San Cristóbal a quien acusó lisa y llanamente de vago. “Dedíquese a trabajar. Nunca hizo nada por la provincia”, le espetó y agregó: “Usted no puede ser diputado. No lo será jamás porque nunca sirvió para nada. Usted fue a ensuciarme y desprestigiarme. Comió en mi mesa muchas veces”.
Consultado por LITIGIO por el insólito tenor que tomó esta controversia, San Cristóbal dijo no entender exactamente a cuento de qué viene el enojo tan profundo de Sinkovich contra su persona. Dijo que sí cenó alguna vez, pero cuando era adolescente por un vínculo que mantuvo con su hermana. Pero nunca más.
“Me parece que es una reacción que no guarda ninguna relación con una persona que tiene responsabilidades. Menos con un postulante. Cualquier funcionario o funcionaria del Estado debe aceptar las críticas y responderlas con argumentos y no con ataques al interlocutor”, cerró San Cristóbal.
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