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Códigos encriptados para comunicarse con familiares, triangulaciones bancarias, modificaciones corporales para pasar desapercibidos y hasta una casilla de gas como refugio para no ser hallado. Estas son las historias de los escapes, búsquedas y capturas de los genocidas Norberto Tozzo, Juan Antonio Mulasano, Carlos Domingo Mora y Carlos Chávez.

Viernes, 19 de noviembre de 2021

Domingo Mora, Norberto Tozzo y Juan Antonio Mulasano evadieron a la Justicia durante algún tiempo pero fueron capturados.

Tozzo en Ipanema

El 17 de septiembre de 2008 fue detenido de efectivos de Interpol cuando salía de un hotel de lujo en Ipanema, Río de Janeiro, el Capitán del Ejército Argentino (retirado), Norberto Raúl Tozzo.

Pesaba sobre él una orden de captura internacional emitida por el entonces juez Federal de Resistencia, Carlos Skidelsky y se encontraba prófugo desde el 30 de abril del 2005 cuando se había ordenado su detención por su responsabilidad en la Masacre de Margarita Belén.

El prófugo Tozzo fue encontrado en un hotel de la ciudad carioca, donde habría sido visitado por familiares, a quienes habría detectado y seguido la Interpol quienes habrían recabado información mediante escuchas telefónicas.

El Supremo Tribunal Federal de la República Federativa del Brasil aceptó el 19 de mayo de 2011  conceder la extradición a nuestro país del exmilitar poniendo varias condiciones para su juzgamiento en los marcos del convenio internacional existente.

Norberto Tozzo. Foto: Norte

De este modo, Tozzo no podría recibir una condena superior a 30 años de cárcel, máxima pena establecida en la legislación brasileña, se le debía computar el tiempo que llevaba preso en Brasil y sólo podía responder por el crimen de secuestro calificado de los cuatro desaparecidos de la Masacre al tratarse  de un crimen de carácter continuado que persiste hasta hoy.

El Tribunal Oral Federal de Resistencia, integrado por los jueces Alfredo García Wenk, Rubén Quiñonez y Luis González, lo juzgó en 2013. En el juicio, se probó que, como oficial de inteligencia, no solo participó del convoy de la muerte sino que había tenido un rol protagónico tanto en la planificación como selección de las víctimas, reconstruyéndose ello, a partir de un informe del mismo oficial que constaba en su legajo.

Tozzo fue condenado a 24 años de prisión por ser coautor del delito de desaparición forzada de los militantes Fernando Piérola, Roberto Horacio Yedro, Reynaldo Zapata Soñez y Julio Andrés Pereyra. Todos ellos, fusilados en la Masacre de Margarita Belén.

Mulasano y la casilla de gas

El 18 de abril de 2012 fue detenido en un domicilio de la calle Jujuy al 2700 de la capital chaqueña, el oficial retirado, Juan Antonio Mulasano, quien reportó en la Jefatura de Policía de Reconquista, Santa Fe.

Mulasano revistaba en calidad de prófugo desde 2008 de la Justicia Federal de Reconquista desde que no se presentara a declarar ante un requerimiento judicial por lo que tenía un pedido de captura en la causa “Sambuelli” y el Ministerio del Interior ofrecía una recompensa de 100 mil pesos a quien brinde información para dar con su paradero.

El genocida, Juan Antonio Mulasano.

A partir de Información recibida por la Fiscalía Federal de Resistencia, se ordenaron medidas de inteligencia por parte de la Gendarmería Nacional sobre un domicilio que a simple vista aparecía como abandonado por la maleza del frente, las ventanas cerradas, la luz del frente siempre prendida y factura de servicios acumuladas bajo la puerta.

Los Informes de inteligencia reportan que la exesposa de Mulasano visitaba el domicilio y algunos vecinos refirieron haber visto a años atrás a Mulasano a quien reconocieron en la fotografía.

Según la información recolectada se llegó a la conclusión de que podrá estar escondido en el domicilio e incluso el dato llamativo de que tendría un escondite en una casilla de gas del patio

El juez Skidelsky ordenó el allanamiento. Encontraron a Mulasano escondido en una casilla de gas, utilizando como ardid, como para que no parezca que él se ocultó ahí, la cadena y el candado puestos hacia afuera.

Finalmente, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Santa Fe condenó el 8 de septiembre de 2017 a 8 años de prisión a Mulasano por los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada y aplicación de tormentos a prisioneros políticos durante 1976 y 1977.

Mora: mensajes encriptados, viajes en tramos y tarjetas prestadas

El 7 de septiembre de 2014 fue detenido en Nueva Córdoba el excomisario de la Policía del Chaco, Carlos Domingo Mora, acusado de delitos de lesa humanidad.

Estaba en un departamento del primer piso de un complejo en Independencia 812, cuando irrumpió el allanamiento. Se hizo el desorientado y solo atinó a mostrar una vieja credencial. Se le secuestraron 30 mil pesos en efectivo, diferentes tarjetas de débito y varios teléfonos celulares.

Mora estaba prófugo desde el 9 de septiembre de 2011, cuando pasó a la clandestinidad luego de que el juez Skidelsky pidiera su captura. En ese entonces, el Ministerio del Interior ofrecía una recompensa de 500 mil pesos por información para dar con su paradero.

Carlos Domingo Mora.

El comisario había desplegado diversos artilugios para no ser hallado. No utilizaba cuentas bancarias. Para comunicarse, usaba un intrincado sistema de mensajes de texto encriptados de números y puntos, con un código que sólo compartía con las personas con las que se comunicaba. Cuando se movilizaba, dividía el viaje en escalas para despistar.

Además, había cambiado su fisonomía casi por completo. Tenía casi 30 kilos por debajo de como se lo había visto por última vez, con barba candado y el pelo más largo que lo habitual.

Todo ello fue detectado gracias a un trabajo minucioso de la Delegación Córdoba de la Policía Federal quienes, tras un minucioso seguimiento a sus familiares en el Chaco, descubrieron que Mora explotaba un campo y haciendas en Colonia Elisa. Las regalías se las depositaban en cuentas bancarias a nombre de terceras personas, sin ninguna conexión familiar, quienes a su vez le habían extendido tarjetas de débito.

Por ello, fue necesario un trabajo coordinado con la Unidad de Investigación Financiera (UIF), del Departamento de Fraudes Financieros del Banco de la Provincia de Córdoba, el Nuevo Banco de la Provincia del Chaco y la Red Link.

El departamento donde fue detenido también figura a nombre de un particular que no presenta relación con Mora. Fue el juez federal subrogante de Córdoba, Carlos Ochoa, quien finalmente resolvió el allanamiento y autorizó las escuchas telefónicas.

El comisario retirado está acusado por aplicar tormentos a detenidos políticos en el Centro Clandestino de la Brigada de Investigaciones entre los años 1974 y 1976 y debe afrontar un juicio próximamente.

Chávez: una quinta en Machagai

El 22 diciembre de 2015 fue detenido en una casa quinta de un familiar en las afueras de Machagai, el expolicía del Chaco, Carlos Chávez, quien estaba prófugo desde que se había ordenado su detención el 28 de marzo de 2015 por estar acusado del homicidio calificado del dirigente de Las Ligas Agrarias, Carlos Piccoli en 1979.

Durante los 10 meses que estuvo prófugo, la Jueza Federal de Resistencia, Zunilda Niremperger, a pedido de la Fiscalía Federal, Patricio Sabadini, fue ordenando una serie de medidas para orientar su búsqueda, como el seguimiento del cobro de sus haberes en meses anteriores, movimientos de su cuenta bancaria y la intervención de teléfonos a su círculo íntimo.

Carlos Chávez.

Las tareas de inteligencia estuvieron a cargo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) quienes detectaron que Chávez se había movilizado a domicilios de familiares evitando así su detención en un par de oportunidades.

El genocida obtuvo la prisión domiciliaria por padecer una enfermedad terminal y falleció en el año 2018, cuando se aprestaba el Juicio Ligas Agrarias que finalmente se desarrolló en el 2019. En el mismo, fue condenado el policía Alcides Sanferaiter a prisión perpetua por el homicidio calificado del dirigente de las Ligas Agrarias de Chaco, Carlos Piccoli.

Sanferraiter y Chávez integraron el retén policial que, armados con un Fal y una Metralladora PAM 3, ofició de pelotón de fusilamiento contra Piccoli quien se desplazaba en su bicicleta en un camino vecinal de Sáenz Peña la madrugada del 22 de abril de 1979.

 

 


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